viernes, 28 de diciembre de 2012

No sin la pública

Al hablar de televisión pública en España a todo el mundo le viene a la cabeza Radiotelevisión Española o, lo que es lo mismo, las siglas RTVE. Esta cadena lleva con nosotros más de medio siglo y ha sido referente en varios ámbitos durante mucho tiempo, como por ejemplo con programas educativos. Era una cadena de calidad que se alejaba del modelo comercial y de lucro que buscaban las privadas. Ahora vemos cómo este modelo se está desmoronando desde que, en los años 90, las empresas privadas fueron obteniendo cada vez más poder y se hicieron más fuertes.

Lógicamente, la crisis actual ha tenido mucho que ver en la situación en la que se encuentra la televisión pública. Ahora mismo contamos con la terrible etapa que atraviesa Telemadrid, que pende de un hilo, ya que el tan sonado despido de 925 trabajadores está haciendo que su futuro peligre de manera alarmante. Se cuestiona si la privatización es la única salida de este abismo y parece que, después de todo, ya no quedan ganas de defender la televisión pública.

Alrededor del mundo también se nota la crisis de la televisión pública, "la televisión de todos", en nuestro país. Ciudadanos ingleses y franceses han destacado el malestar que se vive en RTVE este último año y sitúan como culpable al Gobierno que ha llevado a cabo numerosos despidos guiados únicamente por sus intereses. Como ejemplo destaca el de la periodista Ana Pastor.
http://www.elperiodico.com/es/noticias/tele/monde-escandalo-tele-publica-espanola-2183106

En el caso de un futuro audiovisual, sin una televisión pública sólida encontraríamos algún contra, destacando básicamente la falta de información plural sin un objetivo que tenga como base ganar dinero y con un sentido comercial. Perderíamos mucha oferta cultural y una información que sólo pretende comunicar, sin estar condicionada por los poderes económicos y publicitarios. 
El servicio que da la televisión pública tiene que cubrir una parte de la información comunicación más allá de objetivos económicos y comerciales.

En la situación actual de crisis económica podríamos encontrar un pro, ya que en caso de no gestionarse bien, las pérdidas que tenga una televisión puede suponer perjuicios económicos para los contribuyentes porque si hay que financiar una televisión deficitaria, al fin y al cabo, es a base de impuestos a los ciudadanos.

En la televisión pública es donde se suelen hacer campañas contra las drogas, como vemos en este artículo de el diario El País: http://elpais.com/diario/1997/07/30/radiotv/870213604_850215.html, que ofrecía este tipo de concienciación de los ciudadanos, y si no hubiese televisión pública en un futuro perderíamos estas campañas que son de ayuda a la sociedad y están hechas para su propio beneficio.



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